Hay estudios como (este) que no relacionan el estrés al someterse a un tratamiento in vitro y el éxito de llegar a un embarazo y otros como (este) que relacionan el estrés psicológico con el fallo de implantación del embrión y la inadecuada recepción del endometrio.

Pero sí sabemos que un tratamiento de reproducción asistida puede ser muy estresante y que los repetidos fallos de los tratamientos generan ansiedad y tensión mental.

Tratar de concebir puede ser un momento desafiante y dar una mezcla desbordante de emociones.

Si crees que tu situación actual entra en alguna de estas dos definiciones, te invito a que encuentres tus propias formas de manejar el estrés, ya sea practicando la atención plena (mindfulness), caminando en la naturaleza, escuchando (o tocando) música, yoga o cualquier otra cosa que te relaje.

Los beneficios que tiene el yoga para la fertilidad son:

1) Aumenta la circulación sanguínea en el área pélvica, hacia los órganos repodructivos y el corazón 2) Favorece y ayuda a regular el sistema endocrino (glandular/hormonal) 3) Rebaja los niveles de hormonas del estrés en el torrente sanguíneo 4) Regula la energía disponible según la fase del ciclo menstrual de la mujer 5) Tranquiliza la mente y mitiga los pensamientos negativos 6) Establece una vía de comunicación bidireccional entre el cuerpo y la mente de modo que las posturas, la respiración y las visualizaciones envían mensajes del cuerpo a la mente 7) En un mundo donde hay exceso de energía masculina, equilibra el balance entre la energía femenina/masculina o yin/yang en el cuerpo 8) Ayuda a conseguir un descanso profundo

Si te estás sometiendo a un tratamiento de fertilidad (FIV, por ejemplo), consulta con tu médico antes de comenzar a practicar yoga para ver si es seguro para ti. (Lo mismo ocurre con cualquier nuevo ejercicio).