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Pautas a seguir
Si no practicas ejercicio habitualmente siempre es un buen momento para empezar pero hazlo con precaución, no pretendas conseguir una buena forma física en breve tiempo porque lo que vas a hacer es generar más estrés en tu cuerpo y estarás trabajando en tu contra.
Si te estás iniciando, ponte en manos de profesionales para que te guíen y adapten la práctica a tu situación y estado.
Y sobre todo, si estás en tratamiento médico consulta con tu especialista qué es lo que más te conviene antes de empezar a practicar ninguna disciplina.
Intensidad del ejercicio
Este no es el momento de esforzarse mucho. Escucha a tu cuerpo y deja que el ejercicio sea una forma de amarlo y apoyarlo mientras lo preparas para concebir
No practiques torsiones profundas después de la ovulación o durante la menstruación (no queremos comprimir el vientre en esos momentos)
Practica la compasión por tu cuerpo (tómate un descanso cuando lo necesites)
Practica la gratitud por tu vida tal como es ahora. (Esto es increíblemente difícil de hacer, lo sé, PERO ayuda inmensamente cuando estás en modo “lucha”)
Practica la meditación para ayudarte a sobrellevar el estrés y el agobio de la infertilidad.
Practica la visualización para ayudar al cuerpo a concebir y ayudarlo a mantener un estado de ánimo positivo.
Haz coincidir tu práctica de yoga con la fase actual de tu ciclo.
- Menstruación: lenta y suave (la energía a menudo es baja en este momento, es hora de descansar y restaurar, y cuidar un corazón triste).
- Pre-ovulación: más enérgico (Disfruta de las torsiones y desintoxica tu cuerpo para preparar a los órganos reproductivos).
- Ovulación : lenta pero fuerte (concéntrate en visualizar a tu bebé y confiar en tu cuerpo).
- Premenstrual (o semanas de espera): suave y de apoyo (Enfocada en mantener la calma y los pies en la tierra, lejos del estrés).
👉🏼 Espera a practicar al menos 2 horas después de haber comido o mejor en ayunas.
Tipos de yoga
Existen diferentes tipos de yoga que varían en intensidad y enfoque, y cada uno de ellos puede ofrecer beneficios para la fertilidad femenina.
A continuación, te presento algunos de los tipos de yoga más populares y sus posibles beneficios:
- El yoga Vinyasa es un estilo dinámico y fluido de yoga que se caracteriza por sincronizar el movimiento con la respiración. En una práctica de yoga Vinyasa, se pasa suavemente de una postura a otra, creando una secuencia fluida y continua. A medida que te mueves de una postura a otra, trabajas en el fortalecimiento y tonificación de los músculos de todo el cuerpo, incluyendo los de las piernas, brazos, abdomen y espalda.
- Hatha Yoga: Es una forma suave y equilibrada de yoga que se centra en la alineación postural y la respiración. Las prácticas de Hatha Yoga suelen ser más lentas y se enfocan en el desarrollo de fuerza, flexibilidad y equilibrio. Este tipo de yoga puede ayudar a reducir el estrés, mejorar la circulación sanguínea y fortalecer los músculos, lo que puede tener un impacto positivo en la salud y fertilidad femenina.
- Yoga de la fertilidad: Algunos estudios sugieren que el yoga específico para la fertilidad puede ayudar a equilibrar las hormonas, mejorar la circulación en la zona pélvica y reducir el estrés relacionado con la concepción.
- Yoga restaurativo: Se trata de una práctica suave y relajante que se centra en la relajación profunda y la restauración del equilibrio del cuerpo y la mente. Las posturas de yoga restaurativo se mantienen durante períodos prolongados, utilizando el apoyo de accesorios como bloques y mantas para permitir la relajación total del cuerpo.
- El Yin Yoga es un estilo de yoga que se caracteriza por mantener posturas pasivas durante períodos prolongados de tiempo, generalmente de 3 a 5 minutos o más con la ayuda de accesorios como mantas, bloques y cojines.
- Yoga Nidra, llamado también yoga de los sueños es una práctica de relajación profunda y meditación guiada que se realiza en una posición cómoda de acostado. Durante la sesión de Yoga Nidra, se guía a la persona a través de una secuencia de visualizaciones, respiración consciente y relajación, con el objetivo de alcanzar un estado de profundo descanso y renovación.
- Reduce el estrés mejorando el equilibrio hormonal al activar el sistema parasimpático.
- Mejora del sueño y la calidad del descanso; un sueño adecuado es crucial para el equilibrio hormonal y el funcionamiento óptimo del sistema reproductivo.
- Conecta con el cuerpo y la intuición: Durante una sesión de Yoga Nidra, se fomenta la conexión con el cuerpo y la escucha interna. A través de visualizaciones y exploración consciente, se puede profundizar la conexión con el útero y los órganos reproductivos, así como cultivar la intuición sobre la fertilidad y el bienestar. Esta conexión puede ayudar a las mujeres a desarrollar una mayor conciencia de su ciclo menstrual, sus necesidades y su sabiduría interna relacionada con la fertilidad.
- Mejora de la salud emocional: El Yoga Nidra puede ayudar a liberar y procesar emociones almacenadas en el cuerpo. Al relajarse profundamente y permitir que emerjan las emociones, se crea espacio para la sanación y la liberación de bloqueos emocionales que pueden afectar la fertilidad. Promover la salud emocional y el equilibrio puede tener un impacto positivo en la fertilidad y en la creación de un entorno propicio para la concepción.
Mejora de la flexibilidad y la movilidad. A través de las secuencias fluidas y los movimientos coordinados con la respiración, se promueve el estiramiento de los músculos y los tejidos, lo que ayudar a aliviar la tensión y la rigidez muscular.
Este estilo de yoga es el que puede consumir más energía dependiendo del profesor que imparta la sesión, así que si estás en un momento de búsqueda de embarazo te recomiendo que asistas a sesiones más “tranquilas”.
Las clases de yoga de fertilidad incorporan posturas de apertura de caderas, técnicas de respiración y visualización, así como prácticas de relajación para fomentar un ambiente propicio para la fertilidad y la concepción.
Este tipo de yoga puede ser beneficioso para reducir el estrés, promover una buena calidad del sueño y estimular el sistema nervioso parasimpático, lo que puede favorecer la salud hormonal y la fertilidad.
A diferencia de otros estilos de yoga que se enfocan en el movimiento y el fortalecimiento muscular, el Yin Yoga se centra en el estiramiento profundo de los tejidos conectivos, como los ligamentos, tendones y fascia, por lo que aliviar la rigidez muscular y articular.
Al permanecer en las posturas durante un período prolongado, se invita a soltar la tensión muscular y a calmar el sistema nervioso. Esto puede tener un impacto significativo en la reducción del estrés y la ansiedad.
Así mismo, al observar las sensaciones y los pensamientos que surgen, se desarrolla una mayor conciencia corporal y emocional.
A nivel energético, en el Yin Yoga, se trabaja con el concepto de los meridianos energéticos del cuerpo, similares a los utilizados en la acupuntura y la medicina tradicional china. Al mantener las posturas, se estimula el flujo de energía a través de estos meridianos, lo cual puede equilibrar y fortalecer el sistema energético del cuerpo. Esto puede tener un efecto positivo en la salud femenina, ya que puede ayudar a regular los desequilibrios hormonales y promover una mayor vitalidad y bienestar.
Sus beneficios son:
Es importante destacar que cada mujer es única, por lo que es recomendable consultar con un profesional de yoga o un instructor especializado para determinar qué tipo de yoga es más adecuado según tus necesidades y objetivos específicos relacionados con la fertilidad.
Además, siempre es importante recordar que el yoga no es un sustituto de la atención médica y que es fundamental trabajar en conjunto con profesionales de la salud para abordar cualquier problema de fertilidad.